Pasar al contenido principal
Científica

Dra. Sara Cordeiro: “Estoy interesada en nuevas metodologías de fabricación de sistemas de liberación controlada de fármacos, como la impresión 3D y la microfluidica, para resolver desafíos globales de la medicina”

                                                                                                                                     Carreras científicas de egresados del CiMUS

 

Es la apuesta de la que fue investigadora predoctoral CiMUS en el laboratorio de María José Alonso, Sara Cordeiro, quien actualmente coordina su propio grupo en la Leicester School of Pharmacy (De Montfort University), centrado en mejorar y facilitar la vida de los pacientes a través del desarrollo de sistemas de liberación de fármacos y vacunas que sean fáciles de fabricar y escalar, altamente eficientes y administrados por vías no invasivas. Este centro de la USC fue su puerta de acceso a este campo en torno al cual gira su trayectoria profesional en la que considera fundamental no perder nunca la curiosidad y la resiliencia para poder seguir avanzando en la carrera científica.

 

¿En qué se centra tu trabajo actual (y reciente) en UK (De Montfort University y QUB)?

Después de terminar mi tesis doctoral en la USC, me trasladé a Queen’s University Belfast (QUB) en noviembre de 2017 como investigadora postdoctoral, para trabajar bajo la supervisión del Profesor Ryan Donnelly en un proyecto centrado en el uso de microagujas en el tratamiento de una forma muy común de cáncer de piel, el carcinoma basocelular. En este proyecto, nos hemos enfocado en incorporar nanopartículas de oro en los parches de microagujas, para que, al irradiarlos con un láser en concreto, las partículas absorbieran esa luz (y su energía) y la transformaran en calor, llevando a la muerte de las células tumorales. Además, allí en QUB también tuve la oportunidad de participar en otros proyectos relacionados con el uso de microagujas para la liberación transdérmica de fármacos.

Desde enero de 2021, he establecido mi propio grupo de investigación en la Leicester School of Pharmacy (De Montfort University), dónde soy Senior Lecturer in Pharmaceutical Sciences. Aquí nuestro grupo (3Ds – Drug Delivery and Diagnostics) se centra en mejorar y facilitar la vida de los pacientes a través del desarrollo de sistemas de liberación de fármacos y vacunas que sean fáciles de fabricar y escalar, altamente eficientes y administrados por vías no invasivas. Estoy interesada en aplicaciones de la nanotecnología para resolver desafíos globales de la medicina, así como en nuevas metodologías de fabricación de sistemas de liberación controlada de fármacos, como la impresión 3D y la microfluidica.

 

¿Qué te ha aportado tu paso (y amplia parada) por el CiMUS, tu formación en la USC y trabajar al lado de figuras de referencia como María José Alonso?

Desarrollar la tesis doctoral en la USC y bajo la supervisión de la Prof. María José Alonso ha sido una etapa absolutamente transformadora en mi vida. ¡Seis años inolvidables! No es lo más típico en una tesis doctoral, pero ha sido mi experiencia y consecuencia de cómo se han ido dando las circunstancias. He aprendido muchísimo no sólo sobre las ciencias farmacéuticas en particular, pero también sobre mi misma, el mundo académico y el futuro que quería desarrollar para mi carrera. María José es una persona con una carrera absolutamente impresionante, y un impacto en el campo de la liberación controlada de fármacos que es innegable y admirable. Trabajar bajo su supervisión me ha abierto la puerta a una comunidad mundial de investigadores que aún hoy mantengo, sobre todo a través de la Controlled Release Society, y eso ha marcado mi carrera de manera muy positiva, sin lugar a dudas. A nivel científico destacaría la importancia de cuestionar absolutamente todo y de entender siempre por qué hacemos un determinado experimento o utilizamos una determinada técnica, puntos en los que María José siempre hacía bastante hincapié y que hasta hoy marcan mi forma de ser investigadora. En relación al CiMUS, tuve la oportunidad de vivir el traslado del grupo de María José al edificio y de estrenar los laboratorios en el 2012. ¡Fue un gran salto cualitativo en relación al espacio donde estábamos antes! Creo que este tipo de infraestructuras son fundamentales para animar a la colaboración entre los diversos grupos de investigación de la USC, ya que la proximidad nos ha permitido compartir equipos, experiencias e ideas, mismamente sólo con encuentros y conversaciones de pasillo.

 

¿Suponen la nanomedicina y los sistemas de liberación de fármacos la revolución en la actual lucha contra enfermedades, en particular aquellas de alta prevalencia como el cáncer?

En mi opinión las últimas décadas de investigación han demostrado el gran potencial de la nanomedicina en el tratamiento y prevención de enfermedades de alto impacto, como se ha visto con el desarrollo de las vacunas contra el COVID-19, o en el caso de algunas formulaciones de liposomas ya disponibles en el mercado hace bastantes años para el tratamiento de determinados tipos de cáncer. El traslado de estas innovaciones a la clínica no siempre es todo lo rápido que nos gustaría, pero sin duda pueden llegar a representar una revolución en la forma como abordamos el tratamiento de algunas enfermedades.

 

Nanotecnologías para el diseño de nanomedicinas innovadoras, ¿ventajas?

Los nanosistemas presentan una amplia cantidad de ventajas sobre otros sistemas a nivel de la liberación controlada de fármacos. Son vehículos generalmente direccionados al órgano, tejido o incluso célula-diana, disminuyendo el riesgo de efectos secundarios causados por el fármaco, y en algunos casos permitiendo una reducción de la dosis necesaria para obtener un efecto terapéutico. Su versatilidad permite que sean “adaptados” para distintas aplicaciones, y su pequeño tamaño permite cargarlos con elevadas cantidades de fármaco. Además, diversos investigadores han demostrado ya que estos sistemas se pueden incorporar en formas farmacéuticas destinadas a diferentes vías de administración como la nasal, la transdérmica o la bucal, algo que facilita la aceptación de estos medicamentos por la población, en particular por los pacientes de menor y mayor edad (poblaciones pediátrica y geriátrica).

 

¿Qué opinas de la aplicación de las TIC (IA) en la medicina?

Sin ser experta en el campo, veo con gran expectativa los avances de estas tecnologías en nuestro campo de investigación. Creo que hay una gran oportunidad de optimizar el trabajo de los investigadores a través del uso de la inteligencia artificial para el tratamiento y análisis de largas cantidades de información. Me parece que la IA va a permitir que los investigadores inviertan más tiempo en pensar (algo que no es fácil), generar ideas y planificar proyectos, en lugar de gastar ese tiempo en tareas repetitivas relacionadas con la recolección, tratamiento y análisis de datos.

 

¿Qué consejos darías a investigadores/as jóvenes que aspiran a proyectar su carrera?

Creo que las dos cosas más importantes a desarrollar cuando quieres tener una carrera científica son la curiosidad y la resiliencia. La investigación es una carrera de fondo, y en ocasiones se puede hacer extremadamente dura. En mi opinión, es fundamental mantener la curiosidad y la pasión por la ciencia en todo lo que hacemos, porque sólo así seguiremos entusiasmándonos con una nueva idea, interesándonos por un nuevo trabajo científico y motivándonos para volver a empezar tras un experimento fallido. Asimismo, no creo que sea posible avanzar en la investigación sin desarrollar, trabajar y mantener un nivel considerable de resiliencia. Desafortunadamente hay una gran carga de rechazo y frustración en la ciencia, y es importante aprender a levantarse cada vez que las cosas no salen bien (o como esperábamos). Creer en nuestro esfuerzo y trabajo, y recordar siempre el “porqué” estamos en esta carrera, para mí son aspectos esenciales del camino y lo que más me ha ayudado a vivir los buenos y malos momentos. También diría a los jóvenes investigadores que no tengan miedo de probar, de salir de su zona de confort, de experimentar oportunidades de trabajo que quizás los lleven un poco lejos de casa. Digo esto porque nada es para siempre, y podemos siempre volver a los sitios dónde hemos sido felices, pero las oportunidades pueden no volver a surgir, ¡así que hay que aprovecharlas cuando aparecen!

 

¿Qué es para ti el talento? ¿Crees que se está cuidando en el ámbito científico? ¿en Galicia, España, Europa…?

El talento es un concepto bastante abstracto, sobre todo en el ámbito científico. Creo que lamentablemente el sistema educativo actual en muchos países (como es el caso de España) no alimenta ni motiva la curiosidad o la creatividad, que son algo fundamental en la ciencia. Por eso, creo que hay mucho talento investigador probablemente oculto en un sistema que “formatea” a todos los estudiantes por una misma plantilla. La sociedad probablemente asocia el talento científico con los “genios” a los que vemos ganar los grandes premios, pero yo creo que también hay mucho talento en la enorme cantidad de personas que mantienen el día a día de la investigación científica en funcionamiento. Por eso opino que para cuidar el talento investigador hay que tener una visión amplia de la formación y desarrollo de esos investigadores, repensar y reformar el sistema educativo (no solo universitario), y principalmente entender que la adecuada financiación de la investigación e innovación aporta un valor inestimable al desarrollo de un país. Se puede entender bien las prioridades de un país con sólo analizar la inversión que se hace en educación, investigación, innovación, etc. Todos estos campos aportan crecimiento y estabilidad económicos y sociales, aunque muchos gobernantes (de todo el espectro político) sigan sin reconocerlo o sin actuar en conformidad con esta realidad. Evidentemente se han hecho grandes avances, pero aún queda mucho camino por recorrer para que podamos decir que (incluso en Europa) se cuida el talento científico.