El CiMUS de la USC incorpora la protonterapia como nueva línea de investigación
- Lo hace de mano de su nueva IP Yolanda Prezado, científica referente en París en este campo
- La transversalidad de esta área permitirá establecer sinergias con los distintos grupos de este Centro Singular, sobre todo con las especialidades en biología, medicina y métodos de Drug Discovery dada su interesante aplicación en el campo de la radioterapia
- Su grupo de investigación ha sido pionero en el desarrollo de una técnica de radioterapia prometedora, menos invasiva y más eficaz, basada en mini-haces de protones
- Trabajan también en la llamada radioterapia FLASH; la optimización de las combinaciones radio-immunoterapia y la alianza de la radioterapia y nano-partículas
El CiMUS de la USC amplía sus áreas de investigación con una novedosa línea de estudio, la protonterapia, y lo hace sumando al equipo de este Centro Singular a la nueva IP Yolanda Prezado, científica referente en París en este campo. Entre sus objetivos se encuentra catalizar la creación de una comunidad a nivel regional y nacional que permita situar a España en la vanguardia de la investigación en radio y protonterapia y radiobiología.
“Por sus profesionales, recursos, funcionamiento y localización estratégica, el CiMUS de la USC es el ecosistema idóneo para amplificar la investigación en este campo que estaba desarrollando en el Institut Curie, en París, una investigación que por su carácter transversal va a permitir establecer fácilmente sinergias con los distintos grupos de este Centro Singular. Las especialidades en biología, medicina y métodos de Drug Discovery del CiMUS son sumamente interesantes para ser aplicadas en el campo de la radioterapia”, comenta la nueva IP.
Líneas de trabajo
Yolanza Prezado fundó su equipo en 2013 en el Centro Nacional para la Investigación Científica francés (CNRS) con el nombre “Nuevos enfoques en Radioterapia” y se integró, posteriormente, en el 2019, en el Institut Curie como líder de grupo en radiobiología traslacional. El nombre del equipo refleja claramente la filosofía de su grupo al ser la radioterapia uno de los pilares del tratamiento contra el cáncer. La estrategia de su equipo consiste en modular la respuesta biológica y, por tanto, de los tratamientos cambiando los parámetros físicos de la irradiación. En esta línea, han sido pioneros en el desarrollo de nuevas técnicas de radioterapia, como, por ejemplo, la radioterapia con minihaces de protones, menos invasiva y más eficaz al cambiar radicalmente la distribución espacial de la dosis. Estas nuevas técnicas en fase preclínica emplean modos de deposición de la dosis muy diferente a la radioterapia convencional y conducen a una reducción drástica de la toxicidad, lo cual permite hacer una escalada de dosis segura en tumores agresivos y radioresistentes, aumentando así el índice terapéutico.
Trabajan también en la llamada radioterapia FLASH, también prometedora para el actual tratamiento contra el cáncer, cuyas ventajas radican en la rapidez de aplicación del tratamiento y la reducción de la toxicidad. La radioterapia Flash administrada de forma muy rápida reduce en algunos casos la toxicidad en los órganos sanos, mantenido la efectividad frente al cáncer. Otras líneas de trabajo son la optimización de las combinaciones radio-immunoterapia y la alianza de la radioterapia y nanopartículas.
Aplicación clínica
La nueva IP del CiMUS recuerda que las guías y recomendaciones internacionales actuales recomiendan la radioterapia para tumores oculares, incluidos los melanomas intraoculares; tumores que se aproximan o se localizan en la base del cráneo (como por ejemplo cordomas); tumores primarios o metastásicos de la columna vertebral en los que la tolerancia de la médula espinal pueda superarse con un tratamiento convencional o en los que la médula espinal haya sido sometida previamente a un tratamiento convencional; cáncer hepatocelular; ciertos tipos de tumores sólidos primarios o benignos en niños tratados (muchos en el sistema nervioso central); pacientes con síndromes genéticos que hacen crucial la minimización del volumen total de radiación, como por ejemplo, aunque no exclusivamente pacientes con NF-1 y retinoblastoma; tumores malignos y benignos primarios del sistema nervioso central; casos de reirradiación (en los que la dosis acumulada en la estructura crítica superaría la dosis de tolerancia) y algunos otros.
Prezado precisa que las indicaciones van a ampliarse a medida que se avance en las investigaciones y que se vaya adquiriendo más y más evidencia de la potencial ventaja en otras localizaciones.
Cambio de paradigma
La nueva IP del CiMUS señala que se está en medio de un cambio de paradigma en la especialidad de la radioterapia. “Primero porque está evolucionando de ser una disciplina guiada por la tecnología a serlo por la biología. Y como tal, la investigación es cada vez más interdisciplinar y más centrada en la radiobiología y con mayor interfaz con otras disciplinas como la inmunología, la genética, bioinformática y otras. Y segundo, porque las observaciones y resultados científicos de la última década están generando un cambio de mentalidad y de práctica clínica muy importantes. Por ejemplo, cada vez se tienden a realizar más tratamientos hipofraccionados (dar dosis más altas en menos sesiones), lo cual puede ser beneficioso a nivel de respuesta y coste del tratamiento. O cada vez se aceptan más ciertas ideas consideradas “heterodoxas” hasta hace unos años, como que para erradicar un tumor no se necesitan dosis estrictamente homogéneas”, concluye la investigadora.