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David Araújo-Vilar: "Hay más de 70 subtipos de lipodistrofias lo que dificulta tanto su conocimiento clínico como la posibilidad de encontrar un tratamiento curativo"

                                                                                                                                                                     DIVULGANDO EN SALUD 

 

Así lo pone de manifiesto el coordinador del grupo de la USC, Patología Molecular y Enfermedades Raras, David Araújo-Vilar, en esta entrevista en la que da a conocer la situación actual de las lipodistrofias. Una de las cosas que más le preocupa, tal y como reconoce, es el desconocimiento entre los médicos de estas dolencias raras, porque lo que no se conoce, no se diagnostica, y esto resulta vital ya que determinadas lipodistrofias pueden ir asociadas a un mayor riesgo de muerte súbita, que podría evitarse. A su juicio, uno de los principales hitos a conseguir es la autorización para la comercialización en España de la leptina recombinante humana y su financiación por el Sistema Público de Salud, clave para, en casos bien seleccionados, un correcto manejo de las complicaciones metabólicas y hepáticas. 

 

 

La semana pasada Santiago acogió el XII Simposio Internacional de Lipodistrofias, cumbre de especialistas a nivel mundial en enfermedades raras. ¿Podría trazar una radiografía de la situación actual?

Hay más de 7000 dolencias raras, la mayoría de causa genética, aunque yo prefiero llamarlas huérfanas. Hay dolencias raras que se conocen bien, tanto sus causas, mecanismos y que además tienen un tratamiento. Las dolencias huérfanas, por el contrario, además de poco frecuentes, son poco conocidas entre los médicos, a menudo no entendemos bien sus mecanismos patogenéticos y, generalmente, carecen de tratamiento. Las lipodistrofias son una de ellas. Se caracterizan por una deficiencia del tejido adiposo, y pueden ser muy graves, reduciendo tanto la calidad de vida como la supervivencia. La situación actual de las lipodistrofias se ve condicionada por su gran heterogeneidad, hay mas de 70 subtipos, unas de causa genética, otras son adquiridas. Esto dificulta tanto su conocimiento clínico entre la comunidad médica como la posibilidad de encontrar un tratamiento curativo. 

 

¿Y de los principales desafíos en investigación?

Como decía, la heterogeneidad clínica es patogenética. Afortunadamente, hay pocas personas en el mundo que sufran estos trastornos,  pero esto siempre es un hándicap para que haya una masa crítica de científicos interesados en ellas. Si a esto le sumamos que las causas son muy diversas (hay más de 40 genes responsables de los diferentes subtipos) es fácil entender que encontrar un tratamiento curativo resulte muy difícil.

 

Podría enumerarnos las principales conclusiones del encuentro

Para mí la conclusión más importante es que una asociación de enfermos como es AELIP fue quien de organizar (y ya va en su duodécima edición) un encuentro internacional donde participamos expertos (médicos y científicos básicos) pero también los propios afectados y sus familias. El movimiento asociativo resulta crucial para dar visibilidad y promover la investigación.
 

 

¿Qué es lo más preocupante hoy por hoy de esta patología?

Hay algunos tipos de lipodistrofias que reducen sustancialmente la esperanza de vida. Debemos entender que estos trastornos pueden pasar desapercibidos o ser mal diagnosticados (y esto tener consecuencias fatales). Me preocupa el desconocimiento entre los médicos (y hay que entenderlo, ya que son dolencias raras). Lo que no se conoce, no se diagnostica, y esto resulta vital ya que determinadas lipodistrofias pueden ir asociadas, por ejemplo, a un mayor riesgo de muerte súbita, que podría evitarse.

 

Teniendo en cuenta que son enfermedades raras, ¿podríamos decir que hay algunas lipodistrofias más frecuentes que otras?

Sin duda. Hay lipodistrofias de las que hay descritos sólo en el mundo uno o dos casos.  En otras, por el contrario, hay varios miles (en todo el mundo), es el caso, por ejemplo, de la lipodistrofia parcial familiar.

 

¿Cuáles son las complicaciones asociadas más frecuentes?

Las complicaciones más frecuentes son la diabetes mellitus (que puede ser extraordinariamente difícil de controlar), la hipertrigliceridemia (que podría conducir a una pancreatitis aguda), el hígado graso y la enfermedad cardiovascular (especialmente la aterosclerosa).

 

El dolor que refieren los pacientes es otra de sus características, ¿existe algún tratamiento que permita aliviarlo?

El dolor es una queja recurrente en estas personas. Llamativamente, es algo a lo que durante muchos años no le dábamos (los médicos) importancia, pero que resultaba enormemente incapacitante, por lo menos en algunas personas. Lamentablemente no tenemos un tratamiento eficaz, más allá de los que podemos usar para otras patologías que cursan con dolor crónico.

 

Los trastornos de este tipo presentan un gran estigma social, ¿percibieron avances en los últimos años en sensibilización social?

El estigma social está siempre presente, sobre todo en las mujeres, ya que la ausencia o distribución anormal de la grasa corporal causa cambios importantes en el aspecto físico. Yo no he percibido ningún avance en este sentido en la sensibilización social. Mas bien al contrario, no sólo en lo referido a las lipodistrofias, sino en todo lo que suponga un alejamiento de los cánones estéticos. Y las redes sociales en este aspecto no ayudan.

 

¿Qué papel juega la alimentación y el deporte en el tratamiento de las lipodistrofias?

Son la piedra angular del tratamiento de las comorbilidades asociadas. La reducción del aporte calórico en adultos, la eliminación de la comida basura, de los azúcares refinados y alimentos procesados y refrescos azucarados, y apostando por la verduras, frutas, legumbres, carnes blancas y pescado. La actividad física es fundamental ya que reduce la resistencia a la insulina. Aunque en este caso debe particularizarse de acuerdo al subtipo de lipodistrofias, ya que algunos llevan asociado un mayor riesgo de arritmias malignas lo que obliga a un seguimiento estrecho por parte de los cardiólogos.

 

Como especialista de referencia en este campo incide mucho en la actual situación de retraso diagnóstico. ¿Qué papel juegan los centros de referencia en lipodistrofia para hacer frente a esta problemática?

El retraso en el diagnóstico es enorme. Y esto repercute obviamente en poder tratar adecuadamente las complicaciones, y en el caso de las lipodistrofias genéticas, dar el oportuno consejo genético. Los centros de referencia resultan esenciales porque somos los que tenemos la experiencia que permite hacer diagnósticos precoces y dar las recomendaciones oportunas. Pero no puede haber cientos de centros de referencia para un determinado tipo de dolencias huérfanas, básicamente porque el número de enfermos en el país es pequeño. No se puede ser experto en algo cuando estamos siguiendo sólo a un o dos enfermos. En este sentido resulta fundamental que los facultativos se acostumbren a remitir a los enfermos a estos centros, y los procedimientos son sencillos.

 

¿Cuál es la prevalencia e incidente actual de estas enfermedades raras en nuestro país? Y en Galicia?

Se estima que hay entre 1 y 3 casos por millón de habitantes, incluidos todos los subtipos, aunque algunos subtipos son más frecuentes. Por ejemplo, se calcula que la prevalencia de la lipodistrofia parcial es de 1 caso por 8000 habitantes. Esto supone que en Galicia, por lo menos, con este tipo de lipodistrofia habría más de 300 personas. En nuestro centro estamos siguiendo a unos 300 enfermos con todo tipo de lipodistrofias, pero un número considerable son de otras partes de España. Y es fácil deducir que aún hay bastantes personas que no están diagnosticadas en nuestra comunidad.

 

Tras años de lucha, este 2024 llegó la aprobación de la ley ELA que busca hacer más fácil la vida de los pacientes que se enfrentan a esta enfermedad. En esta línea, ¿qué hito principal sería importante alcanzar en el caso de las lipodistrofias?

Sin lugar a dudas, la autorización para la comercialización en España de la leptina recombinante humana y su financiación por el Sistema Público de Salud. Esto ya se está haciendo en otros países de nuestro entorno como Francia, Reino Unido, Alemania, Portugal e Italia. Resulta difícil entender la postura del Ministerio de Sanidad. Si bien este fármaco no cura las lipodistrofias, en casos bien seleccionados resulta fundamental para el correcto manejo de las compilaciones metabólicas y hepáticas.