Una proteína clave en el gasto energético abre nuevas posibilidades en terapias contra la obesidad
Un estudio en ratones liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y en el que participan Miguel López y Cristina Contreras, del Grupo NeurObesity del Departamento de Fisiología de la USC y del CiMUS, revela un avance significativo en el entendimiento del papel de la proteína PALAS quinasa (PASK) en la termogénesis y la regulación del gasto energético mediante la producción de calor.
El equipo demostró en Biochemical Pharmacology que los ratones deficientes en la proteína PALAS quinasa (PASK) presentan una mayor actividad termogénica en el tejido adiposo pardo (BAT, por sus siglas en inglés) y una conversión más eficiente de grasa blanca a grasa parda (un proceso conocido como browning).
"Este hallazgo sugiere que inhibir la función de PASK podría ser una estrategia prometedora para combatir la obesidad y enfermedades metabólicas asociadas", destaca Carmen Sanz, autora principal del trabajo e investigadora del Departamento de Biología Celular de la Facultad de Medicina de la UCM.
Resultados
Los adipocitos de la grasa blanca almacenan lípidos para generar energía, pero su acumulación excesiva contribuye al sobrepeso y enfermedades metabólicas y cardiovasculares. En contraste, los adipocitos del tejido adiposo pardo utilizan lípidos para disipar energía produciendo calor (termogénesis), evitando así el aumento de peso. Bajo estímulos como el frío o agonistas β-adrenérgicos, algunos adipocitos presentes en la grasa blanca pueden adquirir propiedades termogénicas mediante el proceso de browning.
Un estudio previo del grupo en 2018 ya había indicado que estos ratones deficientes en PASK mostraban resistencia al desarrollo de obesidad cuando se alimentaban con dieta alta en grasa.
Los resultados obtenidos en la reciente publicación confirman que la ausencia de PASK activa de forma más eficiente el BAT y mejora la respuesta del organismo al frío o a estímulos farmacológicos, aumentando el gasto energético, lo que favorecería la pérdida de peso.
Para llevar a cabo el estudio, los autores utilizaron ratones machos con la proteína PASK no funcional y ratones silvestres que fueron sometidos a diferentes estímulos termogénicos, como bajas temperaturas y agonistas β-adrenérgicos. El registro de datos cada hora durante 7 días mediante calorimetría generó miles de datos que les permitieron determinar el gasto energético en distintas condición.
Además, los investigadores obtuvieron mediante termografía la temperatura en el BAT de los ratones expuestos o no a bajas temperaturas ambientales o a análogos β-adrenérgicos. Paralelamente, realizaron un seguimiento de la variación del peso corporal bajo estas condiciones y analizaron marcadores termogénicos y mitocondriales en diferentes tipos de tejido adiposo.
Estos descubrimientos abren nuevas posibilidades para desarrollar terapias basadas en la modulación de la termogénesis, aprovechando el potencial del tejido adiposo marrón para controlar el peso corporal y mejorar la sensibilidad a la insulina.
Este trabajo representa un avance crucial en la lucha contra los efectos negativos de la obesidad y subraya la importancia de la investigación básica para encontrar soluciones innovadoras frente a problemas de salud global.
Además de la USC y la UCM, en el trabajo también participan el CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN) y el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
Referencia bibliográfica: Hurtado-Carnero V, Juan-Arevalo Y, Flores CN, et al. Enhanced thermogenesis in PALAS Kinase-deficient male mice. Biochemical Pharmacology, 2025. DOI: 10.1016/j.bcp.2025.116757